Ozempic es el nombre comercial del fármaco inyectable a base de semaglutida, originalmente desarrollado para el tratamiento de la diabetes tipo 2, que ha demostrado tener notables efectos en la pérdida de peso. Sin embargo, para obtener resultados sostenibles, es necesario combinarlo con cambios en el estilo de vida y un seguimiento médico personalizado.
Durante mucho tiempo se ha considerado que la obesidad estaba simplemente relacionada con los excesos alimentarios, como el consumo excesivo de comida chatarra. Sin embargo, se ha demostrado que una condición inflamatoria de bajo grado, junto con una alimentación desequilibrada, juega un papel fundamental en el desarrollo de esta enfermedad.
La glucosa en ayunas y la hemoglobina glicosilada son los parámetros comúnmente utilizados para diagnosticar la presencia de diabetes. Sin embargo, los valores normales de estos indicadores históricos no nos permiten detectar a tiempo los daños causados por los azúcares, que siempre preceden, de manera evidente, el desarrollo posterior de diabetes.
Evaluar si se tiene una predisposición genética a la diabetes tipo 2 permite implementar estrategias alimentarias y suplementarias con un enfoque preventivo.
Evaluar si se tiene una predisposición genética a la esteatosis hepática permite implementar estrategias alimentarias e integrativas con un enfoque preventivo.
Evaluar si se tiene una predisposición genética a la obesidad permite implementar estrategias alimentarias y complementarias con un enfoque preventivo.
Dos marcadores específicos, la albúmina glicosilada y el metilglioxal, permiten evaluar con precisión la condición inflamatoria personal relacionada con los azúcares.
Prevenir la diabetes, identificando predisposiciones genéticas y factores relacionados con el estilo de vida, puede agregar significativamente años de vida sana. Un enfoque basado en la medicina personalizada es fundamental para mejorar la calidad de vida y el bienestar, permitiendo indulgencias ocasionales sin sacrificar la salud.