Casi 4 millones de italianos padecen diabetes tipo 2 (DMT2) y, según las estimaciones de la Sociedad Italiana de Diabetología, otro millón y medio no sabe que la tiene.
La diabetes es una enfermedad crónica insidiosa porque inicialmente no presenta síntomas, pero se caracteriza por la presencia de niveles altos de glucosa en la sangre, una condición conocida como hiperglucemia.
Esta condición puede permanecer en silencio durante mucho tiempo para luego degenerar de manera repentina y causar frecuentes complicaciones cardiovasculares, renales, neurológicas y oculares.
El exceso de azúcar presente constantemente en la sangre provoca daños reales en los tejidos, favoreciendo también la acumulación de radicales libres y acelerando el envejecimiento.
Por eso es fundamental sensibilizar a las personas y fomentar la prevención.
La presencia de una variante específica en el gen TCF7L2 está correlacionada con el desarrollo de la diabetes tipo 2.
Antiguamente, se podía intuir una predisposición genética a ciertas patologías solo a través de los relatos familiares. Ahora, es posible medir concretamente si se hereda una predisposición genética mediante un análisis de laboratorio.
Entre los muchos genes que se han asociado consistentemente con la diabetes mellitus tipo 2 (DMT2), una de las asociaciones más fuertes está relacionada con la presencia o ausencia de una variante en el gen TCF7L2, cuyos mecanismos se conocen por su influencia en la patogénesis de la diabetes.
La presencia de una variante específica en el gen TCF7L2 está correlacionada con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, aproximadamente el doble de riesgo en comparación con aquellos que no portan dicha variante.
Afortunadamente, la información contenida en el ADN no es “inmutable” en la mayoría de los casos, ni “predestina” a la persona. Diversos factores ambientales pueden modular y mitigar incluso las predisposiciones genéticas desfavorables.
Saber que se ha heredado una predisposición genética desfavorable podría ser la motivación para cambiar hábitos o estilos de vida. Por tanto, es importante aprovechar esta información para tomar decisiones preventivas, aunque, en principio, hubiéramos preferido no tener que enfrentarnos a ella.
Los tests PerMè, Glyco Test y otros tests de Screening permiten analizar la predisposición genética al desarrollo de diabetes tipo 2.
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